23 septiembre 2024. La corrupción judicial representa una de las amenazas más serias para el Estado de Derecho y la confianza pública en los sistemas de justicia. Los Principios de Bangalore sobre la Conducta Judicial, adoptados por las Naciones Unidas, ofrecen un marco ético crucial para combatir este flagelo.

Estos principios —independencia, imparcialidad, integridad, corrección, igualdad, y competencia y diligencia— son fundamentales para mantener la integridad judicial. Sin embargo, su implementación efectiva sigue siendo un desafío global.

La corrupción judicial no solo socava la justicia en casos individuales, sino que erosiona la base misma de las sociedades democráticas. Afecta desproporcionadamente a los más vulnerables y perpetúa ciclos de inequidad y abuso de poder.

Para abordar este problema, se requieren esfuerzos multifacéticos: fortalecimiento de mecanismos de rendición de cuentas, mejora en la selección y formación de jueces, y promoción de una cultura de integridad en todo el sistema judicial.

En 2002 la ONU adoptó los principios de Bangalore sobre la Conducta Judicial, hoy considerados como norma internacional en ética judicial, que introdujeron el estándar del “observador independiente”, concepto clave que se refiere a la perspectiva de una persona razonable, imparcial y bien informada que evalúa la conducta de un juez desde fuera del sistema judicial, y que sirve como medida objetiva para evaluar la imparcialidad y la integridad de los jueces, así como la apariencia de imparcialidad en el sistema judicial.

El ¨Observador Independiente¨ así creado debe ser una persona ¨razonable¨, es decir, capaz de analizar situaciones de manera lógica y racional; imparcial, es decir, sin perjuicios o intereses personales en el asunto; y bien informado, o con conocimiento suficiente sobre el contexto legal y social aplicable.

En términos prácticos, el estándar del observador independiente se puede definir y aplicar de las siguientes maneras:

  • Evaluación de Conflictos de Interés: ¿Consideraría un observador razonable que las circunstancias podrían afectar la imparcialidad del juez?
  • Conducta Extrajudicial: ¿Las actividades o asociaciones del juez fuera del tribunal comprometerían su imparcialidad a los ojos de un observador razonable?
  • Apariencia de Imparcialidad: ¿La conducta o las declaraciones del juez generarían dudas sobre su imparcialidad en la mente de un observador bien informado?
  • Recusación y Abstención: ¿Existirían motivos para que un observador razonable dude de la capacidad del juez para decidir el caso imparcialmente?
  • Interacciones Sociales y Profesionales: ¿Percibiría un observador independiente estas interacciones como potencialmente comprometedoras de la integridad judicial?

Como país miembro de la ONU Colombia se obliga a adherirse a los principios y estándares internacionales que esta organización promueve. De hecho, la Corte Constitucional en sentencia C-565/17 presentó una relación detallada de las garantías de protección de la independencia judicial que ofrecen los sistemas universal y regional de protección de los derechos humanos, incluyendo en ella los principios de Bangalore de la Independencia Judicial.

El estándar del observador independiente proporciona una herramienta crucial para mantener y mejorar la confianza pública en el sistema judicial, asegurando que la conducta de los jueces no solo sea ética, sino que también sea percibida como tal por el público en general. El Director

El Director.

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